La
historia de
Orzola está estrechamente ligada al
mar. Desde tiempos inmemoriales, sus habitantes han vivido de la
pesca, una
tradición que aún hoy se mantiene viva. El
puerto de Orzola ha sido y sigue siendo un punto neurálgico en la vida del
pueblo, no solo por ser el lugar desde donde zarpan los
barcos de pesca, sino también porque desde aquí se puede tomar el ferry a la isla de
La Graciosa.