Los Fariones, derivación de farallones, y sobre todo el Farión de afuera, son ricos en «clacas», quizá el más delicado y gustoso
marisco que se toma. El viento, el
mar y la nostalgia, son elementos que contribuyen a configurar la fisonomía urbana y la contextura espiritual de
Órzola, dándole su personalidad propia, singular precisamente: