Los líquenes que revisten al erizado suelo tienen fuertes
colores entre amarillo-verdoso y marrón, dulcificando el
paisaje la abundante presencia de la perdiz, que en medio del pedregal se camufla maravillosamente. Hacia
Ye, pero ya en el
camino de
Orzola, está El Cortijo, famoso por su queso, que tiene el sabor de la
almendra, quizá debido a que las
cabras viven en libertad y no se alimentan de otra cosa que no sean las euforbias y alguna humilde mata propia del erial; además, el
ganado nunca bebe
agua, porque ni en Las Quemadas ni en Las Hoyas la hay.