A partir de la
Cueva de los Verdes, va viendo uno multitud de jameos más o menos importantes, y que tienen nombres como el de La Gente o Jameos de Arriba. Y, en seguida, se llega a Las Siete Lenguas, que no «leguas», con sus rocas de vieja escoria volcánica, sobre las que cae un sol implacable, cuya luz cruda y desnuda hace posible que la
piedra se escenifique y tome diversas formas fantásticas.