Además, el predominio de los alisios y las habituales
lluvias estivales han favorecido el desarrollo de un singular ecosistema en la zona, característico por una alta concentración de endemismos tanto animales como vegetales. El ascenso desde el
pueblo de
Haría a este
balcón natural de
Lanzarote está considerado como una de las mejores rutas de senderismo en la isla.