La riqueza pecuaria venía dada por la existencia de
ganados caprinos y ovejunos, que solían localizarse en la zona del Malpaís de La Corona y debajo del risco, siendo su traslado estacional. La única industria con la que ha contado el municipio ha sido
las salinas, destinada a la producción de sal para abastecer el
mercado interinsular.