El marino escocés George Glass escribió en 1764: «Me figuro que la componen unos trescientos habitantes. Todos los
edificios, excepto la
Iglesia y tres o cuatro
casas particulares, son muy humildes y pobres». De la
comida opinó distinto: «no solo buena, sino muy elegante, compuesta de diferentes platos». También recuerda cómo «las señoras se mostraron muy minuciosas en cuanto a sus preguntas referentes a las mujeres inglesas».