Una intervención con criterios modernos que exalta la
arquitectura tradicional local además de la integración en la
naturaleza. La
Casa-
Museo muestra el entorno doméstico en el que César Manrique desenvolvía su vida diaria, así como las dependencias del taller en el que pintaba, mostrando la faceta más humana y personal del artista a través del mobiliario, los objetos, los cuadros y los enseres en general de que se rodeó los últimos años de su vida.