En 2013 se abrió al público como
Casa-
Museo donde los visitantes pueden contemplar las diferentes estancias y el taller en los que el pintor trabajó y pasó los años finales de su vida. Además, también se puede disfrutar de un sorprendente mundo de pertenencias personales, utensilios, objetos encontrados y piezas artesanales a los que Manrique dotó de función estética.