Un semicírculo integrado en la
montaña que asciende a través de varios niveles y que cuenta con la textura de la
piedra como nota de
color más expresiva. La estructura ideada dirige la mirada al cercano Volcán de la Corona, al mismo tiempo que guarda una relación muy estrecha con el
paisaje insular ya que se asemeja visualmente a los tradicionales bancales de la
agricultura local.