Desde su llegada a la presidencia del Cabildo de
Lanzarote en 1960, José Ramírez promovió un modelo turístico genuino y exitoso basado en la remodelación de espacios naturales. Esta voluntad sufrió un avance fundamental con la implicación de Manrique en la creación de los Jameos del
Agua, al mismo tiempo que abrió un
campo de acción determinante para el ideario estético del artista.