Fue la primera construcción del gran artista
lanzaroteño César Manrique, que a raíz de esta obra, encaminó su concepto
artístico hacia el
arte y la
naturaleza con intervenciones especiales tan espectaculares y logradas como ésta. El espacio geológico de los Jameos del
Agua era un lugar ya popular, pero que se encontraba abandonado. Las primeras obras se llevaron a cabo entre 1964 y 1966 en el denominado «Jameo Chico», mientras el acondicionamiento del «Jameo Grande» se desarrolló en los siguientes años según cuentan desde la Fundación de César Manrique.