Los continuos ataques obligaron a los habitantes de
Guatiza a edificar sus viviendas lejos del
camino que utilizaban los moros en sus incursiones sobre la isla; así quedó apartada aquella primitiva
ermita de
Santa Margarita, de la cual existía en
Teguise un libro con su
historia y cuentas, pues así aparece reflejado en el inventario realizado en la
Parroquia matriz de la Villa con motivo de la visita en 1.674 de D. Diego de
Laguna.