En uno de sus laterales, se encuentra una
playa de arena negra de unos 300 m de longitud que separa el charco verde del
mar y donde está prohibido el baño, al igual que en toda la
laguna. Las coladas de Timanfaya contribuyeron a la formación de este charco, conocido también por Laguna de los Clicos, nombre que recibe por un pequeño
marisco comestible que existía en este paraje pero que está ya extinto a consecuencia de dos tortugas que fueron soltadas en
El Golfo.