Esta construcción fue el inicio de la primera
ermita de
Canarias dedicada a la
Virgen la de Las Mercedes. Sin embargo no es hasta finales del siglo XVIII cuando nace La Caleta como enclave pesquero. Hacia 1818 existían en la Caleta únicamente unos almacenes de
piedra seca en los que se guardaban los
barcos que eran utilizados en periodo de
pesca. Todavía en 1850 La Caleta figuraba “sin ningún habitante”.