Ofrece una auténtica experiencia de las Islas
Canarias que está profundamente arraigada en la
tradición, pero que evoluciona en armonía con los tiempos. Vivir en un territorio supone compartir en la mayor plenitud posible todos los avatares del mismo, saberlo
historia y saberlo también futuro. Sin embargo, no basta con tener de él una idea vaga, ni siquiera el simple reconocimiento. Es necesario saberse parte contructora, participar en el andamiaje y obra de su historia. Las personas que nos precedieron entregaron sus vidas y, muchos de ellos, hicieron cosas, pequeñas y grandes, a veces de manera inconsciente y otras sabiendo muy bien lo que hacían. La historia se construye con todos esos materiales.