Según la memoria de nuestros mayores, la vida en
Arrecife giraba alrededor de los muelles, tanto el de
Puerto Naos como el de La Cebolla o el Comercial. En Puerto Naos el movimiento de sal era muy importante, los pescados se abrían, se salaban y después se tendían para su posterior venta. Algunos
barcos se reparaban en lo que se llamaba "el calinero" que era como una playita que había donde actualmente esta Agramar. En estos trabajos tenían gran importancia los herreros, que por medio de sus
fraguas lograban "soldar" los hierros a base de calor.