Esta acumulación de
casas dieron origen al
barrio de la Puntilla y entorno al cual se levantó una
ermita a 68 mtrs. del Charco "La Caldera", bajo el patrocinio de
San Ginés, Obispo de Clermont, cuyo retrato, enmarcado, apareciera un día por las orillas de la cala que tomó su mismo nombre. Los continuos saqueos incitan a los habitantes a abandonar la isla y en 1574 el gobernador Pedro de Escobar pide, y consigue, que el Rey prohiba la salida de habitantes.