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VIEGO: Cumpliendo una promesa... amigos recientes en tierras...

Cumpliendo una promesa... amigos recientes en tierras de huelva.

Después de un largo paseo por la playa, desembocaba yo, por una pasarela de madera entre matorrales y montículos de arena, hasta un hermoso paseo, bien cuidado. De un lado modernos hoteles y del otro, largas filas de palmeras. El viento movía sus ramas en irregulares vaivenes. Atrás, tras las dunas y los matojos, el mar esparce sus rumores por el contorno.
Una pareja de ancianos camina lentamente. Observo su caminar, mientras intento pasar página del periódico que sostengo en mis manos y que el viento reinante, dificulta mi propósito...
! Buenos días!-Dicen ambos mientras se acomodan a mi lado.
! Buenos!-Respondo- Y tras un breve silencio: ya era hora que dejara de llover.
Nos hemos aventurado en busca de sol y sin embargo...
¿De donde procede la pareja, de chavales de otros tiempos?- pregunté en tono jovial que no pasó desapercibido.
De Asturias, pero vivimos desde hace muchos años en Madrid.
Bonita y sufrida tierra- Dije-
Y mi antigua "manía" de querer saber, de querer hurgar en la vida de los otros: de saber de las gentes de otros lugares, la conversación, "se traslado" a tiempos de penurias. En muchos casos las vivencias entre los mayores son coincidentes.
Conozco su tierra... (me caes bien y te pido me tutees. me interrumpió)
Conozco igualmente gentes, de esa tierra,: tengo una prima de mi mujer, aparte de una persona de esas en que la amistad es duradera, esto en París...
A lo que se ve has corrido un poco- Dijo y continué:
Si he conocido, gentes: sufridos mineros, historias, que me llevaron a cambiar de rumbo por lo emotivas...- Hice una pausa- y de las que algunos prefieren no hablar. Yo no veo porque callar: la historia es lo que es, y se debe de contar, sin camuflaje alguno.
Me estaba mirando fijamente e intuí que aquel hombre, como otros muchos, tenía su historia.
<<< Nosotros, los de entonces, a los que nos obligaron a ser hombres silenciosos, los que nos vimos obligados a luchar contra nuestra memoria... esta permanece intacta, ¿Como olvidar? Me miró fijamente y prosiguió:
Era una mañana del mes de Septiembre. Yo tenía 10 años. Jugaba en la pequeña plaza, con otros chicos de mi edad. Un camión se detuvo: bajaron unos hombres que se dirigieron al ayuntamiento. Una hora después, a empujones y gritos condujeron hasta un camión destartalado a dos hombres del pueblo.! Volveremos!- gritaron. luego el camión se perdió cuesta abajo.
Regresé a casa. Vi a mi madre preocupada: tenía motivos Días después, los mismos hombres: Las mismas maneras. Las mismas carcajadas... Alguien les indicó mi casa.
El cielo presagiaba tormenta. arriba en la montaña, los truenos esparcían sus roncas voces... ¿Porque el? -Gritaba angustiada mi madre.
Aquella, mi aldea, no fue la misma: su paz fue turbada...
¿Donde está fulano?...
En el "prao", por la carretera, que ustedes han subido...
Uno de ellos me miró y dijo: Sube al camión y nos indicas.
"El prao" estba a solo cinco minutos. se detuvieron. Mi padre cuidaba las vacas.
! Eh tu! -grito uno de ellos acercate...! Vamos, aprisa! bas a ser bueno por una vez en tu vida, y sin rechistar, te acomodas en la caja del camión...
Mi padre saltó la tapia. Pasó a mi lado, me miró y luego largamente, hasta la curva donde se perdió para siempre.
La tormenta comenzó a descargar con fuerza. Mi madre no preguntó nada, Mi madre lloraba, mientras sacaba del baúl ropa seca: llegue empapado de lluvia...<<<
Y mirándome fijamente, el hombre añadió.
Esta es mi historia, amigo... Yo, ya creo en pocas cosas. pero mi madre era muy creyente, mi padre me enseñó a rezar. Mil veces me he preguntado, donde estaba Dios aquel día, aquellos días de espera y de angustia.
Lloraba: impresiona ver llorar a un hombre ya muy mayor, mientras te recuerda que fue un niño...
Caminamos en silencio hasta el hotel y cuando subía el ascensor, aún me imaginaba a un niño lejano, subir la empinada cuesta, bajo la tormenta, empapado por la lluvia mezclada con sus lágrimas.
JM (LIBERTAD)