Amigo Pedro:
Desde el día 31 de Agosto he soñado dos veces con un felechal y en ninguno de ellos encontraba la fuente, pero seguiré buscándola. Eso sí, a partir de hoy despierto, porque... aprieta la sed.
¿Podrá ser el día ocho camino de Arcenorio?
Mi conclusión: al final, los recuerdos de juventud te ayudaron a saciar tu sed.
¡Cuántos recuerdos, Pedro! Anda que no bebí yo en la fuente el Criador! No soy tan optimista como tú, pues ahora ni lo intento porque me imagino que cualquier parecido, pura coincidencia. No sé si los segadores ahora son mejores o peores, pero lo que sí sé es que antes segaban más. Ya sabes... necesidad obliga. Un abrazo
Penúltimo día de agosto, calor, mucho calor en el siempre fresco Collau la Cerezal. Me acordé de la fuente del Criador, aquel abundante manantial de agua fría al que acudía allá por la década de los 70 en los primeros años de mi estancia en Les Bedules. Por un prado pendiente pero totalmente limpio entre cantos de codornices te acercabas al manantial.
Ayer movido por la sed y los recuerdos intenté hacer el mismo recorrido, alambreras, mas alambreras, felechales, argomales, el idílico camino había...
Desde el día 31 de Agosto he soñado dos veces con un felechal y en ninguno de ellos encontraba la fuente, pero seguiré buscándola. Eso sí, a partir de hoy despierto, porque... aprieta la sed.
¿Podrá ser el día ocho camino de Arcenorio?
Mi conclusión: al final, los recuerdos de juventud te ayudaron a saciar tu sed.
¡Cuántos recuerdos, Pedro! Anda que no bebí yo en la fuente el Criador! No soy tan optimista como tú, pues ahora ni lo intento porque me imagino que cualquier parecido, pura coincidencia. No sé si los segadores ahora son mejores o peores, pero lo que sí sé es que antes segaban más. Ya sabes... necesidad obliga. Un abrazo
Penúltimo día de agosto, calor, mucho calor en el siempre fresco Collau la Cerezal. Me acordé de la fuente del Criador, aquel abundante manantial de agua fría al que acudía allá por la década de los 70 en los primeros años de mi estancia en Les Bedules. Por un prado pendiente pero totalmente limpio entre cantos de codornices te acercabas al manantial.
Ayer movido por la sed y los recuerdos intenté hacer el mismo recorrido, alambreras, mas alambreras, felechales, argomales, el idílico camino había...