Los caminos del recuerdo (2), VIEGO

¡Vaqueru! tengo algo que contarte. Verás, después de años y años sin poder llorar y sin saber porqué no podía, al fin... ¡lloré! y lloré, lloré y lloré. Y quiero que seas tú el primero en saber porqué. Pues, vaqueru, lloré por ti, porque tú no estabas allí y aunque todo parecía perfecto, no lo era, faltabas tú.
Pero no fueron lágrimas amargas, qué va, fueron lágrimas de felicidad. ¿Sabías que los sueños que no se hacen realidad son eternos? Bien, pués ahora sé que mi sueño va a ser eterno, porque...
Fotos preciosas, pero a mi modo de ver mal etiquetadas. Mejor los caminos del recuerdo. Desde luego, yo no olvido...