Pedro y Leoncia (Mis abuelos maternos), VIEGO

RECUERDOS

¡Cuántos recuerdos! Os presento a mis abuelos maternos, Pedro y Leoncia, del pueblo de Pío, muy cerca de Viego, aunque de distinta provincia. Allí nació mi madre y, cuidando las vacas en el puerto de Arcenorio, conoció a mi padre. Por este motivo, Pío tiene para mi un significado muy especial pues en él pasé días felices de mi infancia y adolescencia. Recuerdo la ilusión con que esperaba la llegada de la fiesta cada 4 de agostoto,"Santo Domingo". Allí nos reuníamos toda la familia en torno a los abuelos que eran el referente y objeto fundamental de la reunión. Ahora lo siguen siendo mis tíos, Juan y América, y por eso sigo yendo cada año. Siempre me gustó estar en Pio. Disfrutaba escuchando las historias de mi abuelo y sus andanzas por Cuba y me encantaban las patatas con pimientos verdes de mi abuela. Recuerdo cómo disfrutaba con mis primos, los juegos y conversaciones con Jose y Laude (q. e. p. d) que eran mis vecinos más cercanos, los paseos por la carretera, las visitas al molino, la merienda de Pascua, las tardes en el lavadero y, cómo no, las juergas con mi amiga Mary Feli... y algo muy importante, la amabilidad de la gente; gente cariñosa, sencilla y cercana que hizo que sintiera el pueblo como mío. Estos recuerdos y muchos más, forman parte de mi historia personal. Mis abuelos vivían en la primera casa del pueblo. Esa era su casa que hoy pertenece a mi prima Anabela. Me alegra que siga perteneciendo a la familia. Me gusta Pío y me gusta su gente. Desde aquí un recuerdo cariñoso para este pueblo y un abrazo a sus vecinos.

A PÍO
Han pasado muchos años y el eco se hace presente;
¡cuántos recuerdos vividos se mezclan hoy en mi mente!.
Eres para mi un jardín entre montañas agrestes,
donde emociones pasadas forman bello ramillete.
Un jardín acogedor que inspira paz y sosiego;
tienes algo que me atrapa y por eso te recuerdo.
Cada vez que voy a verte y llego a la primera casa,
tengo el mismo sentimiento... ¡qué maravillosa infancia!
Si hace un par de días me llamó la atención la sensibilidad de Rosa,; hoy me colma Eloina, con su escrito... humanamente hermoso. No me sorprende, esa muy admirada por mi parte, delicadeza de la mujer... madre o abuela; lo tengo en casa y a veces sonrío y si es sorprendida pi sonrisa, no sabiendo que responder, me invento una frase graciosa o un mal chiste, que no es otra cosa que una defensa para salir de "del paso" sin castigar mi ego. Muy dentro de mi sinceridad diría:! Os admiro, mujeres, como...
CUANDO LOS PADRES QUEDAMOS HUÉRFANOS DE NUESTROS HIJOS

… Es que los niños crecen independientemente de nosotros, como árboles murmurantes y pájaros imprudentes. Crecen sin pedir permiso a la vida. Crecen con una estridencia legre y, a veces, con alardeada arrogancia. Pero no crecen todos los días, crecen de repente.

Un día se sientan cerca de ti y con una naturalidad increíble te dicen cualquier cosa que te indica que esa criatura de pañales, ¡ya creció! ¿Cuándo creció que no lo percibiste?...
! NO! no voy a permitirme que mi imaginación me conduzca a fantasías, desbordado por ellas: pe "aproximo" a lo que mi experiencia me cuenta, sin falsear en modo alguno los hechos.
Va dedicada a todo aquel que tenga la sensibilidad de apreciarla, en todo su dramatismo. No hay "adorno" alguno, y si pese a ser extensa, no cuento todo lo que hubiese deseado. Días atrás, recibí un correo, y sobre el reflexione, cuando me decía, de una familia feliz y unos nietos alrededor de sus abuela, leyendo mis...
! NO! no voy a permitirme que mi imaginación me conduzca a fantasías, desbordado por ellas: pe "aproximo" a lo que mi experiencia me cuenta, sin falsear en modo alguno los hechos.
Va dedicada a todo aquel que tenga la sensibilidad de apraciarla, en todo su dramatismo
Bueno estimados amigos, han pasado unos día sin que mantengamos una charla: cero que es hora de deciros algo. y ser correspondido. He estado muy "liado" en ocupaciones, que un día os contaré, así como, vacaciones, después de casi tres mese de sequía. siento no haber conseguido nada para vuestra tierra. insistiré aunque tenga que coger el coche, y ya encontraré un hueco, si bien a la estación a la que nos acercamos, no sería la mas propicia, por el momento me acerco a Portugal.
Deciros, que pese...