La Voz de Asturias.
La batalla de la memoria
Turón recuerda al escritor Marcelino Escudero, autor de ´La Herencia Minera´, en el primer aniversario de su muerte.
Los turoneses recordaron ayer a un hombre que dedicó buena parte de su vida a la lucha contra el olvido. Seguramente por eso nadie se ha olvidado de Marcelino Escudero un año después de su desaparición. Así lo manifestó la ciudadanía turonesa y el alcalde de Mieres, Luis María García, asistiendo al acto de homenaje que tuvo lugar en el primero de San José y que sirvió para demostrar que la llama que encendió el autor de La Herencia Minera del Valle de Turón aún sigue intacta.
Escudero fue concejal y cantante en el coro minero pero también le apasionaba la literatura y, sobre todo, la vida de los mineros. Mezclando estos intereses y con el objetivo de refrescar la memoria colectiva y de recordar a los que, en ocasiones, no eran más que un número en una larga lista negra, decidió escribir la citada obra, en la que hace un repaso de las personas que dejaron sus vidas en las minas turonesas desde 1889 hasta 1995 y para los que, muchas veces, "el único peaje hacia la muerte era el vacío, la falta de consideración", tal y como declaró en una ocasión.
En su trabajo se recogen las historias de 600 personas, para lo que tuvo que realizar un arduo proceso de documentación que le llevó a recorrer todo Turón y también media España en busca de familiares que contaran su experiencia. No obstante, a pesar de su labor, este turonés, que conocía bien el trabajo en los pozos, calculó que los fallecidos en las minas del valle podrían ascender a más de mil. Unos trabajadores humildes a los que en su momento se les rindió un sentido homenaje en Turón inaugurando una placa con los nombres que hay documentados.
Escudero siempre calificó su experiencia como minero de muy positiva y destacó, entre otras cosas, la hermandad y el compañerismo que caracterizan a una profesión que en Turón sigue estando presente a pesar del cierre de las minas. Al igual que los pozos, la figura de Escudero sigue vigente, y lo hace porque él nunca dio por perdida la batalla por la memoria.
La batalla de la memoria
Turón recuerda al escritor Marcelino Escudero, autor de ´La Herencia Minera´, en el primer aniversario de su muerte.
Los turoneses recordaron ayer a un hombre que dedicó buena parte de su vida a la lucha contra el olvido. Seguramente por eso nadie se ha olvidado de Marcelino Escudero un año después de su desaparición. Así lo manifestó la ciudadanía turonesa y el alcalde de Mieres, Luis María García, asistiendo al acto de homenaje que tuvo lugar en el primero de San José y que sirvió para demostrar que la llama que encendió el autor de La Herencia Minera del Valle de Turón aún sigue intacta.
Escudero fue concejal y cantante en el coro minero pero también le apasionaba la literatura y, sobre todo, la vida de los mineros. Mezclando estos intereses y con el objetivo de refrescar la memoria colectiva y de recordar a los que, en ocasiones, no eran más que un número en una larga lista negra, decidió escribir la citada obra, en la que hace un repaso de las personas que dejaron sus vidas en las minas turonesas desde 1889 hasta 1995 y para los que, muchas veces, "el único peaje hacia la muerte era el vacío, la falta de consideración", tal y como declaró en una ocasión.
En su trabajo se recogen las historias de 600 personas, para lo que tuvo que realizar un arduo proceso de documentación que le llevó a recorrer todo Turón y también media España en busca de familiares que contaran su experiencia. No obstante, a pesar de su labor, este turonés, que conocía bien el trabajo en los pozos, calculó que los fallecidos en las minas del valle podrían ascender a más de mil. Unos trabajadores humildes a los que en su momento se les rindió un sentido homenaje en Turón inaugurando una placa con los nombres que hay documentados.
Escudero siempre calificó su experiencia como minero de muy positiva y destacó, entre otras cosas, la hermandad y el compañerismo que caracterizan a una profesión que en Turón sigue estando presente a pesar del cierre de las minas. Al igual que los pozos, la figura de Escudero sigue vigente, y lo hace porque él nunca dio por perdida la batalla por la memoria.
