TUERES: GRACIAS lETICIA, NO PODIA SER DE OTRA MANERA QUE FUERA...

Hola a todos! un placer poder participar. Vivo en Caracas, Venezuela, pero me crié entre Merillés y Tueres, dos pueblos encantadores del Concejo de Tineo. Mi abuela era de Torayo y mi abuelo de Tueres, pero por circunstancias particulares vivimos unos cuantos años en Merillés. Luego fuimos a vivir a Tueres. Ese pueblo me dió los mejores años de mi vida. Tiene una gente encantadora y aunque la mitad de las casas están deshabitadas porque sus dueños viven en las capitales, aún cuenta con el encanto de los más mayores que se aferran a su lugar de origen: todavía contamos con Valiente en Casa Diego, con Lusti y su familia en Casa Candiles que aunque viven en Oviedo, no olvidan el pueblo. José Manuel y su familia en Casa Nemesia. Mis amigos de Casa El Ferreiro, donde se hace la mejor miel de toda Asturias! Con Ascensión y su familia que mantienen la tradición ganadera y lechera en Casa Gallinero, con Gloria y José en Casa Pepón, Casa de Manula, buenos amigos ellos, recuerdo especial para mi hermano de crianza Manolín que ya tampoco vive en el pueblo. Quedan sin gente: Casa La Mariona (la de mis abuelos), aunque mi tío sigue cuidándola y visitándola a menudo, Casa Melandro, Casa Chalán, Casa Chuca y Casa El Meirin... no creo que se me olvide ninguna, pero si alguien me la recuerda lo agradezco. Cuenta Tueres con gente encantadora, que te ofrecerán su casa sin ningún problema, para comer, para dormir o simplemente para tomar un cafetin... aliñado con unas gotinas si es de su gusto. Si vas de vacaciones te llenarán la maleta de chorizos, chosco, jamón y demás exquisiteces que todavía preparan en las matanzas de las que conservar la tradición. Puedes ir preso si en la Aduana se les ocurre revisarte! no tienen nombre los freixuelos que preparan en cualquiera de sus casas... eso sí nadie la ganaba al arroz con leche de mi abuelita María... eso sí que no... Tampoco al potaje de berzas... que cosa tan maravillosa. Y el tocino que parece mantequilla, encima de una fogaza de pan recien horneado? uauuuu... En los buenos tiempos, recuerdo llegar de Madrid donde estudiaba a montarme literalmente toda una tarde en los cerezos de mi casa.. nunca he vuelto a probar cerezas más ricas... había unas grandotas y de un color más rosado... se llamaban peponas.. tampoco las he vuelto a probar. Por supuesto después de eso, el dolor de barriga me lo quitaba mi buelita. Los higos son un manjar el cielo y había manzanas, peras, melocotones. Ahora ya no se dan tanto, supongo que por las industrias cercanas de Soto que han acabado con muchos frutales. Cuenta Tueres con una capilla que posee un encanto especial y que es la residencia de Santanton o San Anton, en el pueblo todos dicen Santanton. Su fiesta se celebra usualmente el tercer domingo del mes de agosto, que fiestas tan buenas eran esas!. La última en la que participé fue en el 2009. Llevé a mi hija menor a ver esa serie de espectáculo que ella no podía creer, ni entender muy bien, como buena caraqueña que es, pero que disfrutó a mi lado encantada pues he tratado de transmitir a mis hijos ese sentido de pertenencia a mi pueblo, a Asturias y a España en general. Adonde ellos van, siempre dicen que son asturianos (aunque solo lo sean por la mitad). No olvidaré nunca la primera vez que llegaron a Tueres y cuando mi hijo entró en la casa de los abuelos dijo: "siento que he llegado a mi casa". Pero continuando con la capilla, mi recuerdo más permanente sobre ella es ver a mi bisabuelo Pedro, un hombrón de casi 2 metros de estatura, rubio y con unos ojos azueles hermosos (que no heredé, por cierto), tomando el sol sentado frente a la capilla.
Cuando era pequeña jugaba con mis amigos a las escondidas, justo a la hora de la siesta, para que los vecinos sintieran que habían nenos en el pueblo, jajajajaja! Siempre había alguno que protestaba por los gritos o el ruido, pero al final la sangre no llegaba al río. José Manuel y Tony de casa Nemesia, eran unos de mis compañeros. También Marisol y Fina de Casa El Melandro (solo en vacaciones).

Bueno esto no debía haberse extendido tanto, pero lo hago como un homenaje a mis abuelos, Faustino y María que ya fallecieron, pero que fueron mis padres, porque con ellos me crié y a todos los vecinos que siguen teniendo un lugar especial en mi corazón.

Saludo muy especial a los vecinos de Merillés y de Combarcio (en especial a Sindin).

GRACIAS lETICIA, NO PODIA SER DE OTRA MANERA QUE FUERA UNA MUJER Y EN CARACAS CON ESA DULZURA ESPECIAL QUETENEIS LAS MUJERES DE AHI PARA ESPLICARLO. ¿PORQUE QUE SERA? QUE CON LA EDAD RECORDAMOS TODA NUESTRA INFANCIA CON TANTA CLARIDAD. UN FUIERTE ABRAZO.