Extinguidos en el siglo XVII, los bóvidos de Heck que se encuentran en Teverga son una recreación que se desarrolló en Europa en los años 30. Eran animales que cazaban y comían nuestros antepasados. Su domesticación dio lugar al
ganado vacuno. Vivían en bosques y llanuras, siendo más numerosos en zonas con abundante vegetación arbustiva y
agua y se alimentaban de todo tipo de hojas, hierba y ramas tiernas.
Poseían cuernos potentes de
color blanco en la base y negro en las puntas, con forma de lira.
Se trata de animales ariscos y esquivos, manteniendo un grado de salvajismo similar a sus antecesores.