Un hombre estaba desayunando a las 8 de la mañana, un sándwich y un café, cuando vio una procesión, un funeral muy inusual que se dirigía al cementerio cercano.
Un gran ataúd negro era seguido por un segundo gran ataúd negro como a 50 pasos detrás del primero.
Detrás del segundo ataúd caminaba un hombre solitario con un enorme perro pitbull al que sostenía de la correa. Detrás de él caminaban unos 200 hombres en una sola fila.
El hombre no pudo aguantar la curiosidad. Con mucho respeto se aproximó al hombre que llevaba al perro y le dijo:
- Señor, sé que este es un muy mal momento para molestarle, pero nunca he visto un funeral como este. De quien es este funeral?
El hombre respondió:
- Bueno, en el primer ataúd está mi esposa..
- ¿Qué le pasó a ella? replicó el primero, y el hombre respondió:
- Mi perro la atacó y la mató..'
Él siguió adelante
- y quién está en el segundo ataúd?'
Y el hombre respondió:
Mi suegra. Ella estaba tratando de ayudar a mi esposa y el perro se
volvió hacia ella y también la mató.
Un momento solemne de silencio transcurrió entre los dos hombres.
- Señor, puedo pedirle prestado el perro?
- A la fila...
Un gran ataúd negro era seguido por un segundo gran ataúd negro como a 50 pasos detrás del primero.
Detrás del segundo ataúd caminaba un hombre solitario con un enorme perro pitbull al que sostenía de la correa. Detrás de él caminaban unos 200 hombres en una sola fila.
El hombre no pudo aguantar la curiosidad. Con mucho respeto se aproximó al hombre que llevaba al perro y le dijo:
- Señor, sé que este es un muy mal momento para molestarle, pero nunca he visto un funeral como este. De quien es este funeral?
El hombre respondió:
- Bueno, en el primer ataúd está mi esposa..
- ¿Qué le pasó a ella? replicó el primero, y el hombre respondió:
- Mi perro la atacó y la mató..'
Él siguió adelante
- y quién está en el segundo ataúd?'
Y el hombre respondió:
Mi suegra. Ella estaba tratando de ayudar a mi esposa y el perro se
volvió hacia ella y también la mató.
Un momento solemne de silencio transcurrió entre los dos hombres.
- Señor, puedo pedirle prestado el perro?
- A la fila...
¡noooooooooooooooooooooooooooo o pueeeeeeeeeeeeeee ser otruuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! ¡tien que ser él, solo él, solo él. ¡VOY PONETE UNA SEÑAL DE "PROHIBIDO MORIR" Ya, ya se que no les hay, pero tranquilu que si no les hay invéntoles y fágome de oro. A ver, pa empezar tengo que facer una pa ti, otra pa Finy, otra pa Montse, otra pa Toño, otra pa Maribel, otra pa Cagamentos, otra pa Conchi, otra pa Geli, otra pa Carmen, otra pa Pedro, otra pa Pepepaco, otra......... ¡eeeeeeeeeeeeeeeeeh para el carro chaval, que tovia nun sabes si te les van a homologar! Pero ye igual porque como siempre subo to los dies a ver a S. Pedrin a ver que recáos hay que facer n'el infiernu, ya negocio con él les condiciones del conveniu. Si me sal bien, ya se que voy facer con parte de los beneficios. Voy montayos un hospitalin a Montse, a Maribel y a Finy, pa que tengan onde trabayar y que nos dejen respirar a los demás. ¡Tu mira como dejaron a Pedrin, ya ves ayer, a mi empezaron a operame y tuvieron que dejame a medies... ¡ya verás cuando lleguen hoy, ¡como nun vengan disfrazaes en minifalda, bien escotáes y repintáes de tal manera que no les conozca ni la familia, nun les dejo entrar en la habitación ni de coña! Bueno, ¡pa coña la d'elles! (y nun cambieis ni una lletra que veovos venir!
Angelín, nun grites tanto que te va a dar algo y vas quedar roncu. jajajajaj. Hola.
