RIOTURBIO: Sentí como sus manos acariciaban lentamente mi piel....

Sentí como sus manos acariciaban lentamente mi piel. Como sus labios recorrian todo mi cuerpo, temblaba de placer cada vez que me hablaba y cuando su boca se posó sobre mis labios, un fuego intenso abrasó mi interior. Su beso fue profundo y su larga melena morena, acarició mi rostro. Quise cogerla, pero no me dejó, traté de decirle algo, pero con una pícara sonrisa, puso sus dedos en mis labios, se sentó sobre mi pecho y poco a poco, sus turgente senos se deslizaron por mi cuello, hasta bajar lenta, muy lentamente hasta mi estómago. Sus palabras, llenas de un erotismo nunca antes conocido, hicieron que me abalanzara sobre ella. Rodeé su cuerpo con mis brazos y comencé a acariciarla, besarla, recorriendo con mi boca cada uno de su íntimos lugares. Sonreía, pero su sonrisa quedaba entrecortada por cálidos gemidos, por intensos suspiros y poco a poco dejándose hacer, me pidió que no me fuera sin entrar en su cuerpo, sin hacerla sentir como el cielo azul se perdía en su mirada, mientras las olas, poco a poco, iban invadiendo la playa. Su espuma me hizo sentir frío y abrí mis ojos. Ante mí no habia nadie, el mar estaba en calma y nada de aquello había sucedido. Arriba, en el acantilado, estaba una chica rubia, pequeñita, traviesa y juguetona que había seguido desde allí mi sueño viéndo cada uno de mis movimientos y oyendo mis palabras. Se rió, ¡vaya si se rió!. Pero algún día me vengaré de ella, tal vez esta misma noche o tal vez nunca, pero tranquilos, la venganza es un plato frio que se suele servir en bandeja de plata. Se fue lejos, muy lejos, ¡pero la encontraré!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Angeeeeeeeeeeeeeeeeel, que no me voyyyyyyyyyyy. Uy, uy, uy, uy, uy.
de nada vale la venganza si no la encuentras y total pa que pa otro calenton