POLA DE LAVIANA: Luego dicesme a mi que dios me conserve el buen humor...

A veces, cuando ta uno un poco agobiau del trabayu, entós allí mismo digo:

Tengo una gana de marchar p´al monte, allá arribones en Laviana; donde nun llegue ni la carretera:
Una casuca, una huertuca y unes pites y nun quiero más: Ni radio, ni televisión, ni teléfono ni na de na.

La xente mira pa mi y sonrien.! Ya me conocen ¡.
De vez en cuando pido voluntarios, entre la clientela, pa dir a la huerta a plantar lechugues, cebollín ó sayar patates; pero aquí no hay más que cuatro vagos desertores del arao.

Otres veces pongome a dar lecciones de cómo cabruñar una güadaña y hago como que siego, marcando el recorrido de la misma.
! Eh ¡, cuidao... con enterrar la güadaña ó con mancase.

Dígolo tan seriu, que a los paisanos cuestayos acertar, cuando toy faciendo teatro ó cuando ye verdá.

Luego dicesme a mi que dios me conserve el buen humor majo, pero tu eres la leche jajaja.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Lo bueno del casu ye que cuando voy a la Pola, al día siguiente tol mundo me pregunta lo mismo:
¿Cuantes truches pescastes ayer?
Yo pongo cara de enfadau y explicoyos, que esti añu el rio Nalón nun tien peces. Lo que pasó o no, que nos lo digan los del Seprona ó los biólogos de la Consejería; porque esto ye una verguenza.

Tovía me acuerdo yo, cuando se podía beber el agua del rio Nalón, en la Chalana y no pasaba nada; o de cuando al atardecer se cebaben les truches con los mosquitos de la orilla ... (ver texto completo)