Al ver esta foto y otra que publica hoy un diario regional de la Pola nevada recordé un día de hace muchísimos años en el que cayó otra nevada y sólo acudimos dos niños a clase. Aprovechando la ocasión, la madre Nieves nos enseñó a dividir, aunque debo reconocer que yo era un poco más torpe que el otro niño, buen amigo y compañero durante largos años, y me costó más aprender la división.