Con las lluvia de esta Primavera y aun las caidaas en lo que llevamos de verano, la vegetación ha surgido con una fuerza impresionante; árboles de gran porte que muestras su follaje inmenso, tapandonos la vista de la cresta de los montes de Peñamayor; la iglesia, se ve, como engullida por la verde floresta e incluso las humildes carboneras del patio de la casa familiar, apenas se divisan desde la ventana.