Han tirado el surtidor de la Avenida; el que estaba instalado junto al
quiosco de Dora.
Este surtidor, parecido a otro que había en un pequeño
parque enfrente de la entrada del actual CIDAN, -antiguas
escuelas nacionales- representa uno de los recuerdos que con más cariño conservamos. Quién no ha bebido, de pequeño ó de grande, en este surtidor ó saltarlo de un brinco ó dejarse los dientes en el borde del mismo, después de un empujón
amigo. Por eso, cuando veo el viejo surtidor, caido, abatido por la piqueta, me entra una tristeza infinita.
Tal vez, otro surtidor venga a sustituir a éste; como éste sustituyó a aquél otro del parquecito enfrente de las escuelas; pero ya no será el mismo. Tal vez comience otro ciclo en la vida de esta pequeña y gran villa, que se llama
Pola de Laviana.