No había mucho ambiente, la verdad sea dicha, estos rapazos del grupo folclórico tocaben una cancionina, donde el violín y el panderu se mostraben como solistas algo dolientes. (Eche en falta la gaita más cantarina y recia)
! Home ¡, todo aquel que tien el valor de ponese delante el públicu, en el escenariu, ya son merecedores de un respetu; pero yo marché pa la
Plaza el Ayuntamientu porque paez que me ponía algo melancólicu.