Los
mineros excavaron la
montaña con largas galerías entibadas en precario; para sacar el
carbón de las entrañas de la
tierra. El material que no valía se tiraba en las
escombreras hechas cerca de la
bocamina. Se trabajaba de sol a sol, a pico y pala y con la dinamita, para volar las
rocas. A veces cedían los cuadros y había un derrumbe, dejando enterrados a los
hombres.
Si hablara la montaña, nos contaría historias de hombres valientes y
trabajadores.