En una ocasión que estaba yo sobre una de les cepes de la explanada de la Chalana (cerca de la Cuaña) una señora le decía al su rapacín:
-Manolíiiiiin... como te afuegues: verás que panaera te cae al llegar a
casa.
El guaje, -que yera de armes tomar- tirose al
rio, domde más cubría y, claro, tuvimos que tiranos a por él, a sacalu, enseguidina; pues no salía.
A la pobre señora, casi i pega un patatús.