Prao Picón - 2, OVIEDO

Al final de la calle a la altura del coche habia un cementerio. Yo lo conocí, ya no había enterramientos pero estaban las sepultuas y las cruces. Era un sitio que los críos mirabamos de lejos, cualquiera se acercaba con los vampiros rondando por sus alrededores. ¡Uf! que miedo.