Rufo, el perro mascota de la ciudad, OVIEDO

No tenía hogar ni dueño. Era libre, urbano y vagabundo, manso, tranquilo y sociable. Unos hombres lo bajaron de una furgoneta y lo dejaron en la ciudad cuando era un cachorro, y en sus calles vivió alrededor de 14 años. Todo el mundo quería a aquel perro, lo cuidaban y le daban de comer, y hasta el Ayuntamiento le procuró atención sanitaria. Murió el 21 de septiembre de 1997.