La restauración de la
capilla del Santísimo (izquierda de la
foto), ha traído consigo algunas sorpresas que ha obligado al arquitecto Fernández Cabezudo, a replantearse la obra. Ha tenido que renunciar a su idea inicial de desmontar la
cúpula al descubrir que su estructura es más compleja de lo que se esperaba, su interior originalmente estaba policromado, pintado de azul y con una veladura blanca, imitando un
cielo en el que flotan unos angelotes de yeso, en relieve, que también han sido restaurados.
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