Publicado en prensa.
Un pisotón fue el origen de la multitudinaria pelea en un restaurante, con seis heridos
Una de las ambulancias que intervinieron en la pelea, fotografiada por un invitado.
Servicios
Enviar esta página
Imprimir esta página
Contactar
Anterior Volver Siguiente
Multimedia
Imágenes
Los arrestados están ya en libertad.Una embarazada, implicada, tuvo que ser ingresada, según familiares.Denuncian a camareros por agresiones
Idoya RONZóN
Un pisotón fue el origen de la multitudinaria pelea que el pasado domingo puso en guardia a las fuerzas y cuerpos de seguridad y que se saldó con al menos seis heridos y dos detenidos, según relató a este periódico el joven por el que supuestamente se desencadenó la trifulca. éste, Francisco G. P., de 16 años, y su abuela, Aurora G. L., de 64, denunciaron ayer a camareros del establecimiento por agresiones y afirmaron que fueron trabajadores del local quienes les golpearon, tal y como consta en el parte de lesiones elaborado por el médico de guardia que les atendió el mismo domingo. Ambos estaban en la comunión de una familiar.
Sus acusaciones fueron más allá. Según afirmaron, trabajadores del local supuestamente agredieron a una mujer de 66 años que sufrió un infarto tras la pelea -ya ha sido dada de alta- y a su nieta, embarazada de tres meses, que, según aseguraron, fue ingresada ayer por la mañana. Añadieron que el marido de ésta última también resultó herido, con un dedo roto, y que el detenido también precisó asistencia. «Nunca hemos visto a unos camareros obrar así», afirmaron. «Se comportaron como matones».
Por su parte, la dirección del restaurante -que negó rotundamente una conducta agresiva de sus trabajadores- declinó ayer hacer declaraciones y apuntó que aún está estudiando la posibilidad de interponer una denuncia.
Por otro lado, los dos detenidos tras la pelea ya se encuentran en libertad. La mujer fue liberada el mismo domingo por la noche tras ser interrogada por la Guardia Civil, mientras que el hombre fue puesto a disposición del juez, acusado de resistencia a la autoridad y desobediencia. Ayer por la mañana, tras pasar la noche en el calabozo y declarar en el Juzgado, quedó en libertad con cargos. El hombre es primo de Francisco G. P., el joven por el que, sin proponérselo, se inició la pelea.
éste relató ayer a este periódico que todo se produjo por un pisotón, en el exterior del restaurante. «Resbalé y pisé sin querer a una señora, así que me levanté y me disculpé, pero ella llamó a su marido, M., que me agarró por el cuello. Mi primo -el hombre detenido- le dijo que cómo pegaba a un crío, que si quería enfrentarse a él. Entonces me tiró al suelo y M. Y mi primo empezaron a pegarse».
En ese momento bajó su abuela, Aurora G. L., que pidió que alguien llamara a la Guardia Civil, siempre según su versión. «Dos camareros empezaron a pegarme patadas». «A mí también me cogieron camareros -prosigue Francisco- y me patalearon. Después, M. Se fue en coche y bajaron familiares de la comunión a defendernos. Pero había muchos camareros agrediéndonos y un gaitero que golpeó en la cabeza a mi primo con un taburete. Fue terrible. Yo le dije al guardia civil: "Detienes a mi primo y al camarero que me pegó a mí ¿no le haces nada?"».
Un pisotón fue el origen de la multitudinaria pelea en un restaurante, con seis heridos
Una de las ambulancias que intervinieron en la pelea, fotografiada por un invitado.
Servicios
Enviar esta página
Imprimir esta página
Contactar
Anterior Volver Siguiente
Multimedia
Imágenes
Los arrestados están ya en libertad.Una embarazada, implicada, tuvo que ser ingresada, según familiares.Denuncian a camareros por agresiones
Idoya RONZóN
Un pisotón fue el origen de la multitudinaria pelea que el pasado domingo puso en guardia a las fuerzas y cuerpos de seguridad y que se saldó con al menos seis heridos y dos detenidos, según relató a este periódico el joven por el que supuestamente se desencadenó la trifulca. éste, Francisco G. P., de 16 años, y su abuela, Aurora G. L., de 64, denunciaron ayer a camareros del establecimiento por agresiones y afirmaron que fueron trabajadores del local quienes les golpearon, tal y como consta en el parte de lesiones elaborado por el médico de guardia que les atendió el mismo domingo. Ambos estaban en la comunión de una familiar.
Sus acusaciones fueron más allá. Según afirmaron, trabajadores del local supuestamente agredieron a una mujer de 66 años que sufrió un infarto tras la pelea -ya ha sido dada de alta- y a su nieta, embarazada de tres meses, que, según aseguraron, fue ingresada ayer por la mañana. Añadieron que el marido de ésta última también resultó herido, con un dedo roto, y que el detenido también precisó asistencia. «Nunca hemos visto a unos camareros obrar así», afirmaron. «Se comportaron como matones».
Por su parte, la dirección del restaurante -que negó rotundamente una conducta agresiva de sus trabajadores- declinó ayer hacer declaraciones y apuntó que aún está estudiando la posibilidad de interponer una denuncia.
Por otro lado, los dos detenidos tras la pelea ya se encuentran en libertad. La mujer fue liberada el mismo domingo por la noche tras ser interrogada por la Guardia Civil, mientras que el hombre fue puesto a disposición del juez, acusado de resistencia a la autoridad y desobediencia. Ayer por la mañana, tras pasar la noche en el calabozo y declarar en el Juzgado, quedó en libertad con cargos. El hombre es primo de Francisco G. P., el joven por el que, sin proponérselo, se inició la pelea.
éste relató ayer a este periódico que todo se produjo por un pisotón, en el exterior del restaurante. «Resbalé y pisé sin querer a una señora, así que me levanté y me disculpé, pero ella llamó a su marido, M., que me agarró por el cuello. Mi primo -el hombre detenido- le dijo que cómo pegaba a un crío, que si quería enfrentarse a él. Entonces me tiró al suelo y M. Y mi primo empezaron a pegarse».
En ese momento bajó su abuela, Aurora G. L., que pidió que alguien llamara a la Guardia Civil, siempre según su versión. «Dos camareros empezaron a pegarme patadas». «A mí también me cogieron camareros -prosigue Francisco- y me patalearon. Después, M. Se fue en coche y bajaron familiares de la comunión a defendernos. Pero había muchos camareros agrediéndonos y un gaitero que golpeó en la cabeza a mi primo con un taburete. Fue terrible. Yo le dije al guardia civil: "Detienes a mi primo y al camarero que me pegó a mí ¿no le haces nada?"».
