El muro, la mureta, sentadas nuestras madres cosiendo alguna prenda al lado del portal, con las vecinas, tardes amenas en las que nosotros bajabamos los bocatas a la
calle para merendar , no fuera a ser que perdieramos un turno en nuestros
juegos, tardes en las que sacabamos las
bicicletas y tanto las disfrutabamos, jugabamos al escondita, nos conociamos todos los
rincones de nuestra barriada, ya hasta era dificil escondersa, a la keda , al alto, yo que se tantos juegos que ahora mis hijos ni conocen.es
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