LA FOZ: Una nueva historia que contar ...

Una nueva historia que contar
MEMORIA HISTORICA
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Hoy es uno de los días que no se por donde empezar este relato, y lo voy hacer como mi amigo Libertad, o sea porque si …
No voy a poner ningún nombre, porque escribir sobre algo que se tienen pocos datos, creo que no llenaríamos ni una cuartilla.
He hablado con nuestra paisana de Buenos Aires, que había que hacer un relato sobre el asesinato de aquel tio suyo, porque es justo se entrase en la memoria de un pueblo. Ahora que andan tanto con “ La Memoria Histórica “ ¿Decir, en que bando estaba el mozo? Y que los civiles le confundieron con un Maqui, y le pegaron un tiro o varios y le dejaron seco en el Puente de Milo, en nuestra aldea Viego (Asturias) Historia que queda perdida desde los años cuarenta. Ese día hubo otra muerte, de un padre que fue a casa de su hijo, porque le habían dicho que allí estaban los civiles. De esa todavía hay constancia, pero de este pobre nada.
Ya en otro relato – Romería de Arcenorio -, había llegado hasta ese momento de las dos muertes, mas como he dicho desde Buenos Aires, me invitaron a continuar un poco esta historia y que la voy a dejar para el final, pues creo que es lo esencial de este relato de una guerra entre hermanos.
A mi mismo me dejaron huérfano con nueve años. A mi padre le mató un obús delante del Palacio Real de Madrid ¿Donde aplico yo esa Memoria Histórica?
Pero mi padre si tiene su historia en Viego, pues mi abuela maldijo la guerra, y hasta que murió estuvo pensando en nosotros, nos decía “probinos “ ¿Qué será de mis nietos?
Voy a contar alguna historia más de la vida en la aldea, se le podía poner el nombre de Penas y Alegrías.
Mi abuela ya tiene su relato, donde digo, que fue una mujer brava entre las humildes mujeres de nuestra tierra –y por que la historia hay que escribirla –Mi abuela era veinte años mayor que mi abuelo, el vino de Viboli, un guapo mozo y fornido y además creo que cantaba. y CLARO, MI ABUELA, NO SE LO QUISO PERDER. Luego, lo pagó bien. La abuela los hijos, la abuela la casa, y la abuela la vaca..
Y ahora os cuento las cosas que contaba mi madre, que contaba la abuela y que nadie se acuerda por que ha pasado un siglo, y que son cosas nuestras, así, como sin importancia.
Una vez se murió una abuelita de frío en las largas noches y de tanta nieve. Cuando la encontraron estaba como un cuatro. Y me recordó al contármelo de aquella gracia, que al muerto le habían tenido que llevar delante con el cochero por estar de la misma forma (eso debió ser broma) A esta pobre que murió encogida de frío, tuvieron que buscar a un vecino que tuviese la sangre caliente y partirle las piernas para poder enterrarla, eso es una cosa muy seria.
Otro igual, y con mucho valor, es el que tuvo que matar al perro (este también tenia nombre) pero ni del perro voy a dar. Al principo del siglo, por Viego había un perro blanco, que no era de nadie y era de todos, la gente le quería y el perro iba hasta a misa, iba a los entierros, con los chicos a la escuela y cuentan y es muy raro que era amigo de los cerdos.
“, Un día vino con una pata rota y el cuerpo lleno de heridas, dijeron que habían sido los lobos, mas yo no lo creo.
Tuvieron que sacrificarlo y hasta creo que hubo entierro (esto creo que sería figurativo)-
Por aquellos años se caían las cuadras por las nieves y hielos, A la mia, La Barga, se le hundío el techo con mi padre encima, y no pasó nada, milagro dijeron.. y hablando de tejados, os cuento que la abuela y la parturienta, en los largos días de invierno, se contaban cosas y que otros reían.
Decían de … que se le metían por el tejado, y cuando llego el Indiano, tuvo que decir aquello. tan trillado…• Que mios son los chotos porque mía yes la Vaca •, creo que ella le recriminaba, que había tardado mucho en venir.. – Eran cosas que pasaban –
Y ahora, muy reciente, que fue la
única que se entero. y me prestó una casa, ya la pobrecita a muerto y los muertos ya no cuentan nada. Dormí como os digo en una casa prestada, pues los mios ya habían fallecido y otro los pesque en ropa blanca.
Nada más abrir la ventanas y encender la luz se metieron cientos de moscas moribundas del último verano., intente sacarlas como pude y lo que conseguí fue que entraran más. Dormí (bueno dormir) Estuve toda la noche debajo de las mantas con la luz encedida, escuchando el zumbido de la música de Otoño.. En duerme –vela, soñé con todos los que habían muerto en aquella casa y en aquella cama y que yo sabía, y vi. el esqueleto de mi abuela dando golpes con el bastón en el escaño.. Que larga noche de aquelarre e inolvidable en el recuerdo ´. ¿Qué, que más os puedo contar de aquella noche de pesadillas? Qué fue irrepetible, y que a la noche siguiente yo ya estaba durmiendo en Cangas.. Pequeñas historias que dejan recuerdos.
Sabéis mis paisanos: amigos de historias, amigos de cuentos, que en la aldea hubo una “ Maitechu”, que murió de amor esperando al mozo que había emigrado hace tiempo.. Muchas más cosas os contaría este viejo que tiene tantos años como Matusalén “ si le agregas un cero.
Este relato se termina casi al empezar, pues en Viego se les olvido el escribir y menos contar. En la aldea ha entrado el progreso y que guapina está, pero la historia esta sin escribir y seguro la habrá.
Al mozo que me refiero, y que tenia que ser símbolo del pueblo, igual que el padre de …les debemos una historia, cuando la gente las quiera contar.
Lo único que me contaron desde Buenos Aires, y me mando esta foto tan familiar, es que el mozo estaba triste ya hacía tiempo, pues su novia había fallecido tiempo atrás y que el día de las balas en el bolsillo llevaba unas fotografias de ella que fueron también criminalmente atravesadas. Que buen material para un poema. Seguro que surgirá.
Si estuviese cerca Celidonia, que decís que tiene buena memoria, seguro que terminaría- esta historia. ¡Celidonia, Celidonia ¡Que trabajo me ha costado todos los nombres guardar...
Manuel Gonzàlez Alvarez
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Aureio: sobre estas Madreñes que tu cantas, me place enviarte estos pequeños relatos que tienen mucho de Verdadero y que me gustaria compartieras con nuestro amigo Salva. Tu diaplogas con el. seguro que como tu, entrara alguna vez en el Foro de Viego o Madrid, que es donde yo navego. Un abrazo a estos dos paisanos y por que me gusta como razonais. Manuel