A pesar de la gran cantidad de arena que falta de la Playa de San Lorenzo, a consecuencia de los temporales y la riada de hace un mes; la afluencia de público a la misma es bastante elevada, con un lleno total de el menguado arenal.
En marea alta, apenas queda libre un estrecho trecho desde la escalera 10 hasta el Puente del río Piles; pudiendo contemplar en ese momento una abigarrada concentración de bañistas, casetas de playa y grupos de chavales, en animada armonía.
Siempre hay algún niño que hace un hoyo en la arena, a modo de trinchera, los salvavidas que desde lo alto de las torres de vigía otean el horizonte con sus prismáticos (la seguridad en la playa es muy buena), el familiar extraviado que acude a la caseta de megafonía para que avisen que se perdió, o las chicas más atrevidas que exponen al sol todos sus encantos... Suena alguna radio de música anodina y una señora mayor hojea la revista ¡HOLA!.
Tal vez en el fondo de la fcesta ploayera descanse uin bocadillo envuelto en papel de aluminio y un botellín de agua que alguna vez estuvo fría... Va pasando la tarde y el sol veraniego en su amplio recorrido acabará ocultándose tras la Campa Torres... Otro domingo que pasó.
Mañana más.
¡
En marea alta, apenas queda libre un estrecho trecho desde la escalera 10 hasta el Puente del río Piles; pudiendo contemplar en ese momento una abigarrada concentración de bañistas, casetas de playa y grupos de chavales, en animada armonía.
Siempre hay algún niño que hace un hoyo en la arena, a modo de trinchera, los salvavidas que desde lo alto de las torres de vigía otean el horizonte con sus prismáticos (la seguridad en la playa es muy buena), el familiar extraviado que acude a la caseta de megafonía para que avisen que se perdió, o las chicas más atrevidas que exponen al sol todos sus encantos... Suena alguna radio de música anodina y una señora mayor hojea la revista ¡HOLA!.
Tal vez en el fondo de la fcesta ploayera descanse uin bocadillo envuelto en papel de aluminio y un botellín de agua que alguna vez estuvo fría... Va pasando la tarde y el sol veraniego en su amplio recorrido acabará ocultándose tras la Campa Torres... Otro domingo que pasó.
Mañana más.
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