Mirando al mar, GIJON

Lo bonito de Gijón, según mi opinión, es el cielo gris y el Cantábrico enfadado.
Esta palomina se queda absorta ante tremendo espectáculo. Se nota que es gijonesa; pues apenas se sorprende del constante rugir de las olas del mar, que acometen con bravura el muro de San Lorenzo, una y otra vez.

Cae un fino orbayu, que no invita, en forma alguna, a desplegar el paraguas. La gente camina con calma y tranquilidad, mientras se mojan suavemente, y se resisten a abrir el socorrido paraguas.

Gijón,...