Esta fotografia fue tomada desde el pico la sierra
J. M. te leo y me pareces que estás jugando a un solitario. Te lo dije una vez y te lo repito, no siempre la gente tiene ganas de escribir unas letras. Tú sigues en tus treces y tarde ó temprano te contestarán, como hago yo.
Un saludo desde Santa Bárbara de Casa.
Te dejo unas letrillas:
VOLANDO MARIPOSAS
Volaban las mariposas
En la orilla del barranco
Mientras las ranas clonaban
Y el sol, tomaba un potranco
En las solanas ardientes
Con el sol del mediodía
Una yegua iba corriendo
Y un caballo la seguía
En medio de los rastrojos
Del trigo y de la cebada
Hablaban de sus amores
En las tardes soleadas
La tórtola de lo alto
De una encina bien plantada
Da de comer a sus crías
Con los granos de cebada
Contempla escenas de amor
Vigilante y recelosa
Entre el caballo y la yegua
Y una inquieta mariposa
Muy cerca del bebedero
En medio de la dehesa
Un lince aguarda su torno
Para atrapar a su presa
Mientras se transporta el grano
Que se ha trillado en la era
Un conejo se abastece
Y duerme en su conejera
Las perdices sigilosas
Van buscando su sustento
Temerosas que las vean
Un cazador con talento
En el huerto, con melones
Quien bien se llenan la panza
Son las liebres, por las noches
Mientras el dueño descansa
La piara de lechones
Siempre con paso liguero
Aprovecha los rastrojos
Y osan en los hormigueros
Los grillos, nunca terminan
De tocar su melodía
Mientras la alegre chicharra
Le acompaña todo el día
En la encina del collado
Duerme la siesta el cabrero
Con la piara de cabras
Y con algún compañero
Con los juncos del barranco
Se fabrican las cabañas
Donde duermen los chavales
Con la luna de acompaña
Con las noches, bien entrada
Y cuando el fresco se agarra
Va llegando el arriero
Para llevar nueva carga
No trae velas ni linternas
Para alumbrar el camino
Son las estrellas del cielo
Quienes señalan su destino
A. E. I
Un saludo desde Santa Bárbara de Casa.
Te dejo unas letrillas:
VOLANDO MARIPOSAS
Volaban las mariposas
En la orilla del barranco
Mientras las ranas clonaban
Y el sol, tomaba un potranco
En las solanas ardientes
Con el sol del mediodía
Una yegua iba corriendo
Y un caballo la seguía
En medio de los rastrojos
Del trigo y de la cebada
Hablaban de sus amores
En las tardes soleadas
La tórtola de lo alto
De una encina bien plantada
Da de comer a sus crías
Con los granos de cebada
Contempla escenas de amor
Vigilante y recelosa
Entre el caballo y la yegua
Y una inquieta mariposa
Muy cerca del bebedero
En medio de la dehesa
Un lince aguarda su torno
Para atrapar a su presa
Mientras se transporta el grano
Que se ha trillado en la era
Un conejo se abastece
Y duerme en su conejera
Las perdices sigilosas
Van buscando su sustento
Temerosas que las vean
Un cazador con talento
En el huerto, con melones
Quien bien se llenan la panza
Son las liebres, por las noches
Mientras el dueño descansa
La piara de lechones
Siempre con paso liguero
Aprovecha los rastrojos
Y osan en los hormigueros
Los grillos, nunca terminan
De tocar su melodía
Mientras la alegre chicharra
Le acompaña todo el día
En la encina del collado
Duerme la siesta el cabrero
Con la piara de cabras
Y con algún compañero
Con los juncos del barranco
Se fabrican las cabañas
Donde duermen los chavales
Con la luna de acompaña
Con las noches, bien entrada
Y cuando el fresco se agarra
Va llegando el arriero
Para llevar nueva carga
No trae velas ni linternas
Para alumbrar el camino
Son las estrellas del cielo
Quienes señalan su destino
A. E. I