En 1568 falleció el maestro, sin rematar la obra; sólo quedaba por cerrar el imafronte (
fachada opuesta a la cabecera de la
iglesia) y construir la
torre adosada a él. De ello se encargó Pedro de Horna, dándose por concluidos los trabajos en 1569. Posee nave única, con dos
capillas laterales,
bóvedas de crucería en la cubierta y
ábside semicircular, en cuya
bóveda de ocho paños sus nervios descansan en ménsulas. A los pies, el
coro se apoya en un holgado
arco. «Al exterior resaltan los contrafuertes y la masa curva del ábside.