Lloraba una cabraliega, porque perdió los corales en la Salud de Carreña. Vaya pueblu, ¡Guapu! ¿eh?, pues la xente fabulosa, y el quesu, no te digo nada. Si vas no dejes de visitar les bodegues. Preguntes por la familia Barcena y dices que vas de parte mía.