En El Nalón
Hola Manolo, (el del Pino, antigua Casa Mijo). ¿Cómo estás?. Supongo que encantado con la siguiente fauna: Vicki, Caxigal, Mari Cruz y por supuesto Chinfu. Entre éstos y les rotondes menudo giro a dado Blimea. Bueno pero de todos modos cuando nos despertemos acabará por siempre esta pesadilla. Por que ¿es una pesadilla? ¿no?. A bueno, entonces ya me quedo más tranquilu. Ya sudaba en frío. Mastache enseñai esto a Manolo. Un saludo para tos.
manolin ye el mejor
Buenas tardes, estoy intentando hacer mi arbol genealogico, vivo y naci en Francia. Me acabo de enterar que teniamos familia en blimea de mote Los bolicheros, me gustaria contactar con alguien de Esa familia me hablaron de un senor de nombre Toni que sufriera un accidenté mortal repartiendo Los boliches. Si alguien me puede ayudar se lo agradeceria un monton. Un saludo
No habria por ahi un tal guerrico gabilondo antonio
Fallecido en barcelona en 1975
Me gustaría que alguien me pueda informar si conoce a José Arias Calleja de el serrallo para contactar con el gracias
Hola, permiteme paladientes, de tos los que nombres munchos nun están en esti mundo, otros muchos sabes que fueron pa el extrajero, algunos siguen por allá otros volvieron y instalaronse por diferentes zones de Asturies y España entre eyos yó otros siguen en el pueblu. De los que nombres somos casi todos de la misma época y que me fay placer recordar. Enrique ya no está......... referente amí si pones una Y.. griega sabes quien soy........... un saludu. Del resto daxialo estár?
D'esa baina quedaronte algunos: Moreno, Benito, Grandelino, Elviro, Laudelino y, por supuesto, Manolito Miranda.
Les boliches eren un tesoru pa los neños, porque yeren de cristal, lo normal yera tener unas de cerámica, yo comprábales den casa Engracia al inicio de la venta. Sin embargo tener una de cristal procedente de les botelles de los refrescos que hacía el bolichero yera un lujo.
Pasa el tiempo.
Del único que tengo alguna referencia es del enano, que le llamaban Cachano. Debía de ser de Sienra.
A Juan Luis le falta la pala dientes. Se ve que no iba a la hierba.
Es una pena que se haya perdido este edificio Art Decó, una maravilla, si lo comparamos con la Iglesia nueva que es un pastiche, y pido perdón por si alguien se ofende, lo digo desde el punto de vista arquitectónico. Recuerdo cuando Pachu iba en bici a Sotrondio por los rollos de las películas que venían en el tren de Langreo, no conocí a nadie que silbara también, tenía un oído musical extraordianrio. Era una persona muy alegre.
Este caserón era la escuela de niños y niñas, las aulas estaban en los bajos, en los pisos vivían los respectivos maestros. En mi època la maestra era Catalina y el maestro D. José y su esposa Carmina. En ellas se estudiaba los últimos años de primaria, los primeros años lo hacíamos en el grupo escolar Aquilino de la Torre en la barriada.
A la izquierda con fachada de ladrillo está la casa de Jeremías, el practicante, la tienda de Estrella a continuación, el bar de Fina, la carnicería de Sofía y Angelín, a continuación había una carpintería, después una vinateria y al final de esta manzana la tienda de Ernesta y Ulpiano, a la vuelta la confitería de Pianín. Por la cera de la vespa, estaba la sastrería de Nandín (posteriorme cafetería), en la casa de al lado tenía una tienda la madre de Cesar, encima vivía Sara, a continuación había ... (ver texto completo)
Aprecio el río Nalón, el puente el Miramar, el canal y la central eléctica de Ercoa, la vía del ferrocarril de Langreo, el primer barrio de casas antiguas era el Ronzón, el núcleo principal del pueblo era la barriada de los mineros, en la ladera de en frente la escombrera de Valdelospozos, con el plano que permitía bajar los vagones de carbón, después de la barriada el barrio de El Campu y el valle del río Pumarín, de donde partía la carretera que iba a Bimenes y Nava, y el barrio del fondo a nuestra ... (ver texto completo)
De pie Enrique, el carpintero. Que yo sepa tenía dos hijos, uno Enrique, de niños era Enriquito, y Luisin. Tenía una carpintería y una mueblería.
No habria por ahi un tal guerrico gabilondo antonio