BLIMEA: Geito amigo mio, de esta salgo "catedraticu" con toes...

El Imperio Hispano-Portugués (también conocido, minoritariamente, como Unión Ibérica) se refiere a la unión territorial de los imperios español y portugués durante el periodo comprendido entre 1580 y 1640, en el que toda la Península Ibérica estuvo bajo el gobierno de un mismo monarca de la Casa de Habsburgo, hecho que tuvo lugar gracias a la unión dinástica de las coronas española y portuguesa en la figura de Felipe II de España.

Los tres monarcas Habsburgo que reinaron sobre España y Portugal entre 1580 y el 1 de diciembre de 1640 fueron:

Felipe II de España y I de Portugal (r. 1580 – 1598)
Felipe III de España y II de Portugal (r. 1598 – 1621)
Felipe IV de España y III de Portugal (r. 1621 – 1640).
La historiografía portuguesa conoce también a este periodo como Dinastía Filipina o Tercera Dinastía. Durante su existencia, el Imperio Hispano-Portugués llegó a convertirse en el imperio más dilatado de todos los tiempos debido a que gobernó sobre un gran número de territorios coloniales que abarcaban desde el Continente Americano hasta el oriente asiático, incluyendo colonias en África y la India.

La rama española de los Habsburgo ascendió al trono portugués en la crisis de sucesión portuguesa de 1580 que se inició a raíz de la muerte sin descendientes del rey Sebastián I de Portugal en la batalla de Alcazarquivir y de su sucesor y tío-abuelo Enrique I de Portugal. El final de la línea directa de Juan III de Portugal arrojaba tres posibles opciones sucesorias:

Catalina de Portugal, nieta de Manuel I de Portugal, casada con Juan I, Duque de Braganza.
Antonio, Prior de Crato, nieto de Manuel I, pero considerado ilegítimo por la sociedad.
Felipe de Habsburgo, Rey de España, también nieto de Manuel I por línea femenina.
Felipe de España terminó siendo reconocido como rey de Portugal en las Cortes de Tomar de 1581. Mientras tanto, la idea de perder la independencia dio lugar a una revolución liderada por el Prior de Crato que llegó a proclamarse rey en 1580 y gobernó hasta 1583 en la isla Terceira de las Azores. El Prior de Crato terminaría derrotado debido principalmente al apoyo a Felipe de la burguesía y de la nobleza tradicional.

Para conseguir tales apoyos, Felipe se comprometió a mantener y respetar los fueros, costumbres y privilegios de los portugueses. Lo mismo sucedería con los que ocuparan los cargos de la administración central y local, así como con los efectivos de las guarniciones y de las flotas de Guinea y de la India. En las cortes estuvieron presentes todos los procuradores de las villas y ciudades portuguesas, a excepción de las de los de las Azores, fieles al rival pretendiente al trono derrotado por Felipe II, el Prior de Crato.

Este fue el principio de la unión personal que, sin grandes alteraciones, dominaría hasta cerca de 1620 a pesar de las intervenciones inglesas en las Azores en 1589. Así, la unión de Portugal y España daría lugar al imperio más extenso de todos los tiempos, el Imperio Hispano-Portugués. La unión comprendía territorios de todo el mundo: México, Cuba, América Central, Sudamérica, África, la India (Goa, Diu, Calcuta), litorales de Sri Lanka y Taiwán, territorios del norte de África, litorales Africanos de Guinea, Angola, Congo y Mozambique, Filipinas, China (Macao), Indonesia (Timor Oriental, Molucas), etc.

La unión tuvo todo el poder del comercio y el desarrollo tecnológico de la época. El imperio resultante de la unión de las coronas de Portugal y España fue mucho mayor que el Imperio Romano, el Imperio Mongol, el Imperio Macedonio, o incluso que el Imperio Británico.

Geito amigo mio, de esta salgo "catedraticu" con toes les histories que nos cuentes seguro que me dan el titulo, (ye broma) en serio gracies, me instruyen y aprendo cosas que no sabia, un abrazu grande amigu, y saludos a la familia.
Fernando............. Milana.