Iglesia del monasterio de Valentuñana, SOS DEL REY CATOLICO

El convento de Nuestra Señora de Valentuñana, construido por los carmelitas descalzos a finales del siglo XVII, es una historia de desventuras. No habían terminado de construir el Convento, cuando los carmelitas fueron expulsados por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia. Intentaron el regreso, pero les sorprenden las Guerras Carlistas y, finalmente, abandonan el convento tras el decreto de Desamortización de Mendizábal, en 1835. Las ruinas del Convento, tras años de abandono, pasaron al Obispado de Jaca, que ofreció a los agustinos recoletos la posibilidad de continuar la obra de los carmelitas descalzos. Los agustinos llegaron a Valentuñana en 1902, convirtiendo el monasterio en seminario mayor.
(3 de Abril de 2016)