Ermita de San Caprasio, FARLETE

Hay muchas leyendas sobre San Caprasio, pero la más popular es que San Caprasio cuidaba ganado en la Sierra de Guara -muchos dicen que de cabras por su nombre- hasta que un día decidió hacerse monje, cogió su cayado y lo lanzó tan lejos como pudo, yendo a parar a la Sierra de Alcubierre. En el sitio donde cayó el bastón surgió una fuente y en las inmediaciones se puso la ermita, lugar muy saludable por sus plantas medicinales, aguas de lluvia, abundancia de selenita (cristales de yeso), aire puro en plena estepa, apaciguando y sanando el espíritu por su calma y retiro personal.

Información obtenida de: www. redaragon. com
(Abril de 2012)