Vista de la ermita de San Miguel, LINAS DE MARCUELLO

Sus gruesos muros están levantados en piedras sillares perfectamente escuadrados y en cuyas caras exteriores podemos ver las marcas que los canteros dejaban en la piedra, a modo de firma, para identificar su trabajo. Esta es la única decoración ya que su muro es totalmente liso, solo abierto por dos pequeñas ventanas abocinadas, una de ellas en el centro del ábside.

Datos procedentes del panel informativo.
(Septiembre de 2016)